Abogado (Universidad Católica de La Plata - 1988).

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sábado, 9 de julio de 2016

A Propósito del Bicentenario de la Declaración de la Independencia.



A propósito del Bicentenario de la Declaración de la Independencia


En este link, http://www.episcopado.org/portal/actualidad-cea/oficina-de-prensa/item/1244-carta-del-papa-francisco-por-el-bicentenario-de-la-independencia.html puede leerse la carta del Papa Francisco por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia.


Mismo así, voy a transcribirla -con un enlace y resaltados propios en negrita-:


“Ciudad del Vaticano, 8 de julio de 2016.

S.E.R.

Mons. José María Arancedo

Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina

Buenos Aires

Querido hermano:

En vísperas de la celebración del bicentenario de la lndependencia quiero hacer llegar un cordial saludo, a vos, a los hermanos Obispos, a las Autoridades nacionales y a todo el Pueblo argentino. Deseo que esta celebración nos haga más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya doscientos años. Con tales augurios expreso a todos los argentinos mi cercanía y la seguridad de mi oración.

De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria.

Sí, hijos de la Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria. Aquí precisamente se enraíza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: "éste es capaz hasta de vender a la madre"; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria.

Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martin y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones.

Con estos doscientos años de respaldo se nos pide seguir caminando, mirar hacia adelante. Para lograrlo pienso -de manera especial- en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino. A los ancianos, los "memoriosos" de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta "cultura del descarte" que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños, fuente de inspiración. A los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo. Estoy convencido de que nuestra Patria necesita hacer viva la profecía de Joel (cf. Jl 4, 1: Puede leerse aquí: http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PES.HTM). Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía.

Querido hermano pido a Dios, nuestro Padre y Señor, que bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros; y a la Virgen de Lujan que, como madre, nos cuide en nuestro camino. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.

Fraternalmente

Francisco”


Muchas veces tuve la inmensa responsabilidad, el honor y el orgullo de estar sentado detrás de la Bandera Nacional y de la del MERCOSUR.






Link al Comunicado Conjunto de los Presidentes de los Estados Partes del MERCOSUR – Mendoza – junio de 2012. Obsérvese el Numeral 44.







Siempre puse lo mejor de mí…tengo la íntima convicción de haberlo hecho bien…(hay cosas que siguen estando en mí conciencia…son las que hice, las que no pude hacer, que dan, a menudo, vueltas…); tal vez, alguien haya podido advertir en esos quehaceres al hombre además de “al abogado” o “al asesor”, y mientras pienso y siento esto que escribo encuentro, rememorando a Bolívar y hojeando la obra “El General en su Laberinto” de Gabriel García Márquez, una frase que utilicé muchas veces -en tantas reflexiones- cuando hablaba con quien fuera Secretaria del área (Lucrecia Monteagudo) cuando me desempañaba como Director General de Integración Regional en la Municipalidad de Quilmes en la gestión del Intendente Gutiérrez: “…hemos sido ricos y nada nos ha sobrado”.


Hay algo intemporal en esto…como de contrariedad entre un desamparo interior y el anhelo de amparar…

“…Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martin y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones...”.

AMEN.

Sí, “de un sueño lejano y bello...soy peregrino…” (Atahualpa Yupanqui).



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